Proyecto Torre Miranda
Al iniciar el proyecto lo más importante fue entender lo que buscaba nuestro cliente, su casa anterior tenía un estilo clásico con colores limpios y muebles occidentales cargados. En esta ocasión buscaba transformar el estilo para que fuera más duradero y transicional. Tomamos como prioridad elegir muebles de calidad y colores que no pasan de moda.
Iniciamos por agregar un espejo que forra el costado del comedor para brindar mayor amplitud al espacio. Elegimos un comedor italiano de madera, que complementamos con las sillas que elegimos por su icónico respaldo alargado y perfil curvo que dan personalidad al comedor. Además acentuamos el área con dos candiles de cadenas doradas a lo largo del comedor. El tapete es de 100% lana y las cortinas de gasa que en conjunto acogen el espacio con su tono unificado y monocromático.
La sala fue el área social más importante del proyecto, el sillón seccional de la marca René Cazares fue elegido por su excelencia en materiales, desde sus resortes, madera solida, plumas, hasta sus telas europeas. La mesa es un diseño en acrílico personalizado y hecho en nuestra fabrica. El tapete que une el espacio es 100% lana, para seguir con el estilo transicional y darle simpleza al lugar.
En el recibidor utilizamos una mesa fabricada en Monterrey trabajada con hoja de plata y resina para darle un acabado brillante. El espejo fue hecho a la medida y colocado para brindar amplitud al espacio, fué decorado con madera cubierta de hoja de plata en sintonía con el acabado de la mesa. Para el tapete elegimos este modelo de tencel que es de alta calidad y le da brillo al textil, además su calidad lo hace de fácil limpieza.
En la recamara buscamos mantener el estilo atemporal, buscando un punto medio entre lo clásico y lo contemporáneo. Mantuvimos los colores neutros, en su mayoría beige con acentos dorados. Incorporamos un distintivo acento dorado en las lamparas, y las cortinas las mantuvimos en sintonía con el edredón de la cama.
El diseño del baño de visitas giró en torno a los candiles, eran piezas que el cliente ya tenia y que quería mantener en su proyecto. Optamos por pintar la pared de un color obscuro para que hiciera contraste con el dorado, dando protagonismo al candil y en tono con la cubierta de piedra del mueble. Al igual que los candiles, este cliente contaba con piezas decorativas únicas que fue coleccionando en viajes alrededor de los años, los cuales tomamos para decorar mesas y acentuar muebles con un toque personal.
En el área de bar incluimos una mesa que al igual que la mesa del recibidor tiene acabados de hoja de plata y resina. Para las sillas buscamos balancear lo estético con lo funcional, elegimos estas sillas con respaldo alto y ruedas, ideales para hostear una tarde de canasta.
Este año cumple 10 años el proyecto, y podemos concluir que el objetivo de lograr un estilo transicional y atemporal se logró. El día de hoy las áreas lucen y se disfrutan tal como fue diseñado y pareciera que tiempo no ha pasado por ellas.